Paisajes para imaginar(se)

PAISAJES PARA IMAGINAR(SE)

De la mirada cercana, tanto física como emocional, del proyecto del jardín de mi estudio, del jardín de Virgilio y Amelia e intentando intelectualizar y hacer mío este nuevo estado en mi vida, vuelvo al paisaje deshecho, desmembrado, sintetizado para poder realizar este nuevo proyecto. Una vuelta al paisaje pero con diferente mirada y con un nuevo elemento en él, la figura humana: el “personaje”. El paisaje como escenario.
Paisajes inventados… paisajes ambiguos, paisajes inexistentes o no, jugando y contando con la mirada y las experiencias del espectador. Paisajes posibles o imposibles. 
Lugares, espacios donde la soledad del que ve, del que mira, del que observa, puede encontrarse. Soledad para comprender y hacer suyos estos paisajes.
Soledad querida, buscada, soledad para la introspección, para la meditación, soledad necesaria para no quedar adherido a otro. Soledad como posibilidad de aislamiento, como libertad para alejarse del otro, de los otros, sin la necesidad ni la obligación de buscar lo gregario.
Soledad como destino humano, como posibilidad de elegir.
Paisajes ambiguos con “personajes” ambiguos para que el espectador tenga la posibilidad de introducirse, de reflejarse, de encuadrarse en estos “personajes” para encontrar su soledad, una soledad buscada, dando a éste la posibilidad de “meterse” en el paisaje o el entorno que más cercano, conocido y querido sea para él.
Imágenes de siluetas transferidas, casi siempre las mismas para buscar lo anónimo, personajes idénticos en distintos lugares, en distintos paisajes inventados. Porque no es el personaje lo importante en este proyecto. Es la soledad del personaje y la interacción del espectador con las diferentes imágenes lo que me interesa, sobre lo que quiero trabajar, sobre lo que presento en este proyecto, en esta exposición. Interacción entre el espectador y cada una de las pinturas presentadas.

  Madrid, 2018


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